miércoles, 5 de agosto de 2009

Autorretrato de la niña de historias melancólicas.

Andas por los caminos de la vida y la muerte con el ritmo enorme que fluyen cantando a ciegas los fenómenos, cantando a ciegas los fenómenos, cantando a ciegas los fenómenos.
Pablo de Rokha


Eres una putilla macabra, morena y triste, gesto de provinciana
pobrecita mujer boba estampa de drama.
Que te ampare la aristocracia llena de angustia fatigada,
en el invierno de mustias soledades, te entregas como la chingada.
Por sumisa ladina, incendias al pánico del tiempo distante,
escupe las cenizas de los cadáveres de tus tragedias, reina del melodrama.
Virgen prosaica de la herida examine del crespúsculo delirante
acechas al alma triste, tirana.
Forma clásica del engaño, veneno de agonía, pero tontita al fin y al cabo,
parábolas de vacuidad, múltiple melancolía eres mente desordenada.
Para mí que soy nada, la poesía es un golpe a la viruela desvelada de la juventud errada.

Aviso

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