domingo, 20 de julio de 2008


Las palabras y el sonido de metal, son las pastillas en las ecuaciones del tiempo, por que volver no es regresar, descubrí mi “vida”, no siempre es buena, late demasiado, no nos libera, odio mi cabeza, odio mi cabeza, odio mi cabeza, con sus sentidos televisivos, esta es la vida, despiertan las ganas de rechazar, es que son los impulsos, mis benditos impulsos transgrediendo a los espíritus urbanos, tardía y agitada vuelvo a comenzar.
Ensayare mejor.

Vicio de entonar esta ciudad sin verdad, me niego a ti, nada me hará cambiar, lejos de ti depresión.... no quiero entonar la ciudad es gris, espérame algún día caeré sobre la pasión de tus amores repetidos, ya no se como renombrarte, hasta mis pasos henchidos de soledad, procuran vibrar un adiós, nada quiero que sea igual, sola esa noche en que encontraste mi fragilidad en la inyección salvavidas de tu cuarto de emergencias.

Comiendo las cenizas ardientes, bajo el eclipse solar, calmaran todas las excitaciones del paladar eternamente voraz, convulsionaremos atragantados por las semillas hirientes del reloj de ayer, mañana existe alguien más...

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